viernes, abril 22, 2005

Despedida...

Esta noche me voy, viajo, voy a Salta a pasar el fin de semana, hasta el martes. Lo dicidí de golpe, sin mucho pensarlo... arreglé un par de temitas que tenia pendientes y me fui a comprar los pasajes. Me voy para estar con mis viejos, para acompañarlos, para despedirme de mi Panchi.
Son raras las cosas que se sienten cuando se te muere tu perro. Es un dolor inmenso que no todos entienden; por eso mismo no lo compartí con mucha gente, porque a veces no comprenden cómo podes estar tan mal por un animal, total te compras otro... yo no pido que lo entiendan, es más, no me interesa que lo entiendan; cada uno es dueño de establecer sus prioridades como se le cante la regalada gana, pero me molesta mucho cuando cuastionan las prioridades de uno... mi perra es parte de mi familia; y como tal, en todas las desiciones que se tomaron en mi famila, siempre se la tuvo en cuenta; hay gente que no entiende eso; que no entiende cómo pudimos suspender las vacaciones a Brasil en enero, sólo porque la perra no andaba bien... hay gente que se compra un perro con la misma responsabilidad con la que pide un lomito a algun delivery... no es mi caso. Ojo, tampoco soy de los que durmen con las mascotas en la cama o comen del mismo plato; no lo hago, tampoco lo cuestiono; lo aclaro sólo porque simpre tendemos a pensar que si no es blanco, es negro. Por todo esto, esta semana fue rara, porque la mayor parte del tiempo actué como si nada hubiera pasado; y por dentro llevaba un dolor inmenso; un dolor que en Salta voy a empezar a curar; porque voy a estar con mis viejos, que sienten lo mismo que yo, que entienden -precisamente porque lo sienten- lo importante que fue la Pancha en nuestras vidas...
Lo bueno es que sé que también hay mucha gente como yo, mucha. Gente que cuando compra, le regalan o encuantra un perro; lo incorpora a su vida; y cuando lo pierde, lo llora...

PD: Gracias por lo comentarios del post anterior, de verdad.